Palabra del Día
Una palabra bíblica diaria para que recibas inspiración y para que tu día sea mejor.
Palabra de Hoy
Permite que el sufrimiento te acerque a Dios
Como ciervo jadeante que busca las corrientes de agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser.
(Salmo 42:1)
Al leer el Salmo 42 nos damos cuenta de que su autor se encontraba exiliado en medio de un pueblo hostil que se burlaba de su fe en Dios. Se nota que sufría física, emocional y espiritualmente. Su alma se sentía angustiada, pero aun en medio de esa situación tan difícil, él decidió seguir confiando en Dios.
Sus afirmaciones de fe nos ayudan a ver que en medio de todo el sufrimiento angustioso en el que vivía, él escogió buscar la presencia de Dios, acercarse a él y confiar en su poder y bondad. Él expresó su sentir ante Dios con sinceridad y, al mismo tiempo, se afirmó en la esperanza de que Dios obraría.
¿Por qué estás tan abatida, alma mía?
¿Por qué estás tan angustiada?
En Dios pondré mi esperanza
y lo seguiré alabando.
¡Él es mi salvación y mi Dios!
6 Dios mío, me siento muy abatido;
por eso pienso en ti
desde la tierra del Jordán,
desde las alturas del Hermón,
desde el monte Mizar.
(Salmo 42:5-6)
No es fácil tener esa actitud. Muchas veces, cuando llegan los momentos difíciles de sufrimiento y pruebas, olvidamos que en Dios tenemos la fuente de la esperanza. El poder de Dios no termina cuando llegan las pruebas y el dolor. Todo lo contrario. Dios se mantiene en su trono, fuerte, fiel y listo para obrar a nuestro favor.
Es cierto que, a veces, Dios no obra tan rápido o de la manera que nos gustaría, pero él no nos abandona en medio del dolor. Elige acercarte a Dios para llevarle tu sufrimiento con la confianza de que él es tu salvación y tu Dios por siempre. Alaba a Dios y confía.
Palabra de Ayer
¿Quieres vencer la tentación? Cumple con tu parte
Manténganse despiertos, y oren, para que no caigan en tentación. A decir verdad, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
(Mateo 26:41)
¿Te sientes tentado y no sabes qué hacer? Elabora un plan para vencer con la ayuda de Dios. No es buena idea permanecer pasivos cuando llegan las tentaciones. Vencer la tentación requiere acciones específicas: mantenernos alertas, aferrarnos a Dios y dominar la carne.
Debemos mantenernos despiertos espiritualmente y atentos ante las trampas que nos quiere tender el enemigo. Al estar alertas, lograremos actuar a tiempo y huir para lograr mantenernos firmes en el Señor.
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con aquellos que con un corazón limpio invocan al Señor.
(2 Timoteo 2:22)
Logramos vencer cuando nos aferramos a Dios y fijamos nuestros ojos en él en lugar de centrarnos en lo que nos tienta. Al acercarnos a Dios, nos alejamos del pecado y de la tentación. Si queremos vivir vidas victoriosas en Jesús, necesitamos tener una relación fuerte con él.
Esa cercanía con Dios nos ayudará a dominar la carne. Aléjate de lo que te tienta y acércate más a Dios. Cuéntale a Dios lo que te sucede y exprésale tu deseo de permanecer firme en él. Pide su ayuda y su dirección: él te fortalecerá y lograrás vencer para su gloria.
No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
(1 Juan 2:15-17)
Palabra de Anteayer
Regalos de Dios que cambiarán tu historia
Dios tiene regalos maravillosos para mejorar nuestras vidas. Él siempre sabe lo que necesitamos y los problemas que enfrentamos. A veces nos desanimamos o nos sentimos atascados en cosas que nos impiden ganar, ¡pero ahora mismo él quiere animarte y liberarte!
Somos bendecidos con regalos invaluables que provienen del Señor. Dos de los regalos más preciados que nos ofrece son el valor y la libertad.
El aliento o estímulo que recibimos del Señor es una llama que arde en nuestro corazón, impulsándonos a superar los desafíos y afrontar la adversidad con valentía. Él nos dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios” (Isaías 41:10). Esta promesa nos da el poder para seguir adelante, confiando en que Dios está con nosotros en cada paso del camino.
La libertad que encontramos en Cristo es un regalo que nos libera de las cadenas del pecado y nos conduce a la verdadera paz. Jesús dijo: “Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.” (Juan 8:36). Cuando aceptamos su amor y perdón, experimentamos la libertad de vivir en su gracia, sin la condenación del pasado.
Así que, abre hoy tu corazón para recibir estos maravillosos regalos del Señor. Deja que el valor y estímulo fortalezcan tu alma y la libertad en Cristo llene tu vida de gozo y esperanza. Con estos regalos podrás afrontar cualquier desafío y caminar en la plenitud de la vida, sabiendo que estás en las amorosas manos de Dios.
¿Cuál de estos regalos deseas recibir hoy de parte de Dios?